El experto en coaching Yoshinoru Noguchi desarrolló la teoría de la ley del espejo. Según este supuesto, el exterior y concretamente algunas personas actúan como un espejo al reflejar nuestras propias sombras.
Así, al reconocer nuestros defectos en los demás, nos molestan o enervan ciertos comportamientos. Este fenómeno se explica debido a que las actitudes ajenas que nos ocasionan malestar suelen estar relacionadas con los propios procesos psicológicos.
¡Descubre esta realidad!
Funcionamiento
¿Alguna vez te ha molestado enormemente una actitud negativa de otra persona que has acabado criticando hasta la saciedad? Según la teoría del espejo, en muchas ocasiones, identificamos nuestros fallos en las demás personas.
El ego nos impide encontrarnos con nuestra verdadera esencia compuesta por partes de luz y oscuridad. Es por ello que es mucho más fácil detectar nuestras faltas en otros. De esta manera, descargamos la frustración que sentimos hacia aspectos que nos molestan de nuestra personalidad en aquellos que exhiben esas mismas características.
Ciertamente es importante tomar conciencia de cuando aplicamos la ley del espejo, pues este hecho nos conducirá a un interesante camino de autoconocimiento. Así, seremos capaces de trabajar en aquellas áreas que necesitamos mejorar, liberando al otro del peso de cargar con nuestras limitaciones.
Por ello, es vital poner en práctica la autocrítica. Reconociendo nuestras mejores y peores cualidades, es posible convertirnos en personas emocionalmente inteligentes con mayor control de nuestras vidas.
Toma responsabilidad: ¡coge las riendas!
Cuando aplicamos la ley del espejo centrándonos en cambiar al otro, nos olvidamos de mirarnos a nosotros mismos. No obstante, la madurez implica dejar de empeñarse en que los demás respondan a tus necesidades para hacerte cargo de tus propias carencias.
Tomar responsabilidad de tu camino te libera de la necesidad de drama y victimismo que te proporciona la excusa perfecta para no avanzar. Llegar a conocerte enteramente te otorga la oportunidad de responsabilizarte de tus errores y de felicitarte por tus virtudes.
A partir de ese momento, la ley del espejo se presenta como una maravillosa herramienta que te servirá para descubrir factores de tu personalidad con los que debes reconciliarte. Accediendo al despertar emocional que este recurso representa, podrás transformarte en una mejor versión de ti mismo.
Perdona tus defectos
En su libro sobre la ley del espejo, el autor propone una serie de estrategias para gestionar el cambio personal. Por un lado, resulta vital perdonarse a uno mismo y a las personas que representan esos defectos con los que somos incapaces de lidiar. Por otro lado, es necesario aprender a ser compasivo con uno mismo y con los demás admitiendo que no somos perfectos. Precisamente, errar es de humanos.
Gracias al conocimiento de esta ley, es posible ser más empático y obtener la sabiduría suficiente para conectarte con tu parte emocional y espiritual. La ley del espejo te permite deshacerte de tus trabas si las aceptas y estás dispuesto a cambiarlas.
El camino hacia la transformación es complicado pero tremendamente liberador.
Tu felicidad depende de ello.
¡Atrévete a experimentarlo en primera persona!