Dejar de fumar puede resultar un camino largo y difícil para todas las personas que diariamente consumen cigarrillos. Sin embargo, todos somos conscientes de que fumar es muy perjudicial para nuestra salud y de que dejar de hacerlo puede ayudarnos a sentirnos mejor. El tratamiento psicológico es de gran ayuda si queremos enfrentarnos al tabaquismo, y por eso a continuación mostraremos cómo hacerlo con la ayuda de la terapia.
Consecuencias del tabaquismo
El tabaquismo es uno de los mayores responsables de enfermedades, invalidez y muerte prematura en el mundo. Lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), y alerta de que está relacionado con la aparición de múltiples dolencias, entre las que se encuentran el cáncer o las afecciones cardiovasculares. Asimismo, es la principal causa de muerte prematura. Encontramos más muertes relacionadas con el consumo de tabaco que con los accidentes de tráfico o el consumo de drogas ilegales.
Empeora nuestra calidad de vida y, además, puede ser el responsable de que aparezcan afecciones como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar, la hipertensión arterial, el infarto de miocardio, los accidentes cerebrovasculares e incluso el cáncer, especialmente de pulmón o de laringe. Además, si somos fumadores tenemos un 70 % más de riesgo de morir de forma prematura.
Dejar de fumar con tratamiento de psicología
Por todas las consecuencias que acabamos de mentar, muchas personas deciden abandonar el tabaquismo. Sin embargo, al tratarse de una sustancia psicoactiva, no resulta tan sencillo. La ansiedad aparece, y las ganas de coger un cigarrillo aumentan durante los primeros días o semanas. Aunque existen fármacos que ayudan a dejar el tabaco, los expertos defienden que la forma más eficaz para conseguirlo es la combinación del tratamiento psicológico-conductual con el farmacológico. Gracias a la psicología podemos adoptar una serie de estrategias para que el proceso sea más exitoso y no recaigamos.
Aprender a manejar el estrés y la ansiedad relacionada con el consumo de esta sustancia es fundamental para no rendirnos. Por este motivo, acudir a un profesional que nos indique pautas y métodos puede resultarnos de gran ayuda. Por otro lado, puede ser una herramienta de apoyo y motivación. Aunque hay diversas estrategias, conocer cuál es la más adecuada para nosotros será la clave para lograrlo.
Podemos hacer terapia de forma individual o en grupo. Ambas modalidades ofrecen estrategias útiles para que hagamos frente tanto a la dependencia física como a la psicológica y, además, nos dotan de habilidades para la prevención de recaídas.
Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que podemos tomar por nuestra salud. Nos sentiremos mejor y nuestro cuerpo lo agradecerá. Para conseguirlo, podemos ayudarnos de la psicología y de un profesional que nos guíe con pautas para dejar de ser fumadores.