La pansexualidad es un concepto que tiene una presencia creciente en la sociedad. Hay debates en los que esta tendencia sexual se confunde con la bisexualidad. Sin embargo, son cosas totalmente diferentes.
Aunque no es nada nuevo, lo cierto es que ciertas tendencias sexuales se conocen cada vez más. Hay colectivos que realizan una labor pedagógica y de difusión. De esta forma, dan a conocer dichos términos a un número de personas creciente.
Esto ayuda notablemente a la sensibilización y a la percepción de la diversidad sexual como un factor social positivo. Cada vez son más las personas que se expresan sin complejos ni filtros. Esta actitud, además de aportar un bienestar personal, también ayuda a la formación de las sexualidades propias de las generaciones venideras.
¿Qué es la pansexualidad?
Para comprender lo que significa esta tendencia sexual, podemos referirnos a la palabra. «Pan-» es un prefijo griego que significa ‘todo’. Por tanto, si somos pansexuales, esto significará que nos atraen las personas independientemente de su sexo. Se trata de una atracción sexual que se centra más en la personalidad y en el físico en general, sin filtros sociales que imperen una preferencia marcada por uno u otro sexo.
Diferencias con la bisexualidad
Para comenzar, si somos bisexuales, solo nos podemos sentir atraídos por hombres y por mujeres. Sin embargo, cada vez hay más personas que no se sienten identificados con ningún sexo. O personas que nacen hombre y se sienten mujer y viceversa. Un pansexual puede sentirse atraído por personas sin identidad sexual marcada o definida; un bisexual no.
Además, también es importante tener en cuenta que si somos bisexuales, estamos reconociendo una distinción social de binomio hombre-mujer. Es decir, reconocemos que solo existen dos tipos de atracción: hacia el sexo femenino, hacia el sexo masculino o, en su caso, a una combinación que integre ambas opciones (hacia el sexo femenino y hacia el sexo masculino).
Esta concepción de dos sexos no es la que tiene el pansexualismo. Si somos pansexuales, tenemos en cuenta el poder de atracción en sí de las personas, independientemente de su sexo o de su identidad. Por esta razón, la bisexualidad sí que condiciona la atracción por el sexo, pero el pansexualismo no. Este último abarca a muchas más personas (transexuales, por ejemplo) y resulta mucho más integrador. Sin embargo, también es menos conocido.
Conclusión
Aunque se esté hablando mucho de él porque se ha vuelto mediático debido a famosos pansexuales, el concepto de pansexualidad no es nuevo. Freud ya había hablado de él a principios del siglo XX de nuestra era. En realidad, la historia es cíclica y las manifestaciones sexuales vienen determinadas por la voluntad expresiva de cada comunidad. Debemos aceptarnos y aceptar todas las opciones.