Interpretar la expresión “gozar de una buena salud” como la ausencia de enfermedades físicas exclusivamente es un craso error. No padecer dolencias corporales no significa disfrutar de pleno bienestar físico o psíquico.

Los problemas psicológicos que se agravan pueden convertirse en tus peores enemigos. Y es que si no quieres que tu mente acabe con tu vida, debes identificar la existencia de esos estados mentales que te impiden seguir adelante.

 

Pero, ¿por qué a veces es difícil comunicar lo que nos pasa?

Ya que los padecimientos mentales están tan estigmatizados socialmente, es lógico que no te resulte fácil admitir ante otras personas que sufres sus efectos. Y si estos son de gravedad, el temor es todavía mayor.

Pese a que hablar de cualquier malestar nos parece lo más natural del mundo, no lo es tanto cuando se trata de problemas psicológicos. Así, las personas con enfermedad mental pueden hallarse en riesgo de exclusión social por la desinformación que existe al respecto.

Algunas condiciones mentales ciertamente pueden suponer un desafío para la vida del paciente y la de sus allegados. Por eso, es importante contar con el apoyo y la comprensión de la comunidad que te rodea. Además, se ha de entender que esos individuos tienen necesidades especiales y son incapaces de convivir con otros de manera normal.

Sin embargo, no se debe pensar que solo por padecer una condición mental cualquiera la persona no es capaz de funcionar correctamente en la sociedad. Y rápidamente se coloca el cartel de “perturbado” a quien sufre problemas psicológicos -aunque sean leves- o se le tilda de persona poco confiable y sumamente peligrosa.

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¿Cómo acabar con el estigma ligado a los problemas psicológicos?

Es necesario realizar una reestructuración de la educación emocional que se recibe desde casa y en la escuela durante la infancia y la adolescencia. Muchas veces, la misma es escasa y no hace más que retroalimentar una visión poco nítida de la realidad de las enfermedades mentales.

Obtener datos más fiables acerca de algunos trastornos mentales es básico para que exista una mayor concienciación y sensibilización con quienes los padecen. Además, es posible mantener unos mejores hábitos de higiene emocional que permitan prevenir ciertos problemas psicológicos.

En general, observar sin juicio a los demás solo ocurre cuando te das la oportunidad de conocerte y de analizar tus actos con madurez y sin culpa.

Teniendo en cuenta que algunas personas son más propensas a padecer las consecuencias de trastornos como la depresión, la ansiedad o el trastorno bipolar puede ampliar tus perspectivas sobre la salud mental. Los factores biológicos o ambientales podrían hacer que un individuo sano desarrolle una dolencia de estas características.

 

¡Recuerda!

Nadie se halla libre de las garras de las enfermedades psicológicas, así que es urgente aliviar el dolor emocional que puedas sentir en la actualidad. Resolviendo algunos conflictos que somatizas a través de experiencias físicas negativas, podrías liberarte del peso que te reconcome y avanzar hacia una vida más plena.

¡Celebra cada pequeño paso hacia tu salud general!