La anorexia nerviosa es una enfermedad psicológica grave que se traduce en un trastorno de alimentación severo. Este problema afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a mujeres en edad adolescente que suelen luchar contra sus efectos durante largos años.

Como veremos a continuación, las consecuencias de la anorexia son múltiples y pueden dañar seriamente la salud física y emocional del organismo.

¡Prepárate para conocerlas!

 

Principales síntomas físicos

Algunos de los efectos corporales de la anorexia son palpables a simple vista. En primer lugar, la pérdida de peso excesiva no solamente es el signo más llamativo sino también el más alarmante. La malnutrición asociada a este síntoma puede provocar anemia, y en muchos casos, la desaparición temporal de la menstruación.

En efecto, ante la debilidad física provocada por la falta de alimento, la fatiga o los desmayos no son los únicos indicadores. Los desarreglos menstruales dan muestra de un estilo alimenticio inadecuado, al igual que la pérdida sustancia de cabello o la fragilidad de las uñas.

Del mismo modo, entre las principales consecuencias de la anorexia encontramos el desgaste del esmalte dental, los dolores abdominales, el estreñimiento o el hinchazón de las extremidades. Entre otros, la deshidratación provoca sequedad capilar y de la piel. Asimismo, se produce una reducción de la masa muscular y de la densidad ósea. Ante la escasez de nutrientes, es común experimentar problemas en las constantes vitales, como hipotensión o taquicardias.

Otros efectos adicionales incluyen condiciones en la piel como la formación de sarpullidos o pigmentación amarillenta en las manos. Los problemas circulatorios relacionados con dicha condición también hacen que tanto pies y manos luzcan de color azul.

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Efectos psicológicos

Las consecuencias de la anorexia no se limitan exclusivamente al plano físico. De hecho, se trata de un problema psicológico que se manifiesta en unos determinados efectos:

  • Para comenzar, debes saber que quienes padecen este mal mantienen una visión distorsionada sobre su aspecto físico y su propia valía. Este hecho propicia la aparición de pensamientos obsesivos en relación al concepto de delgadez como ideal de perfección. La rumiación constante de estas ideas provoca una inmensa inquietud emocional.
  • Por esa razón, la falta de comprensión del propio estado emocional o la gestión del mismo puede abocar a la persona a someterse a una dieta restrictiva. Bajo esta superficie de miedos e inseguridades, reside un individuo que se aísla socialmente porque se encuentra deprimido y apático. Se siente abatido y con un gran sentimiento de inutilidad, de odio hacia sí mismo.
  • Además, piensa que nadie es capaz de atisbar o comprender su sufrimiento. De esa manera, es frecuente experimentar alteraciones del sueño como insomnio, dificultar para concentrarse, tomar decisiones o focalizar la atención.
  • Tristemente, la peor consecuencia de la anorexia es la muerte. Afortunadamente, se trata de una enfermedad curable.

 

¿Cuál es el origen de los síntomas?

En definitiva, la naturaleza de este trastorno se debe a una grave distorsión cognitiva. Esto es, la percepción de la realidad resulta alterada a consecuencia de las creencias y pensamientos irracionales del paciente.