La hipocondría es un trastorno mental vinculado a una incesante preocupación por la propia salud que dificulta el correcto funcionamiento de la persona en distintos ámbitos.

El afectado considera que su vida se encuentra en peligro constante al experimentar síntomas físicos leves que tienden a exagerarse sin tener conciencia de ello. Así, puede sufrir un gran nerviosismo e inquietud que no se ven calmados fácilmente.

Si deseas recopilar algunos datos de interés sobre esta condición psicológica, ¡abre los ojos!

 

Síntomas de hipocondría

Además de conocer la definición de hipocondría, queremos que eches un vistazo a los síntomas principales de los pacientes:

  • Sienten un miedo continuado a padecer enfermedades graves, y a morir como consecuencia de ellas.
  • La observación constante de sus cuerpos surge del temor a enfermar. De esta forma, cualquier síntoma insignificante puede percibirse como una gran amenaza.
  • Se obsesionan con sus dolencias hasta tal punto que no es extraño que acudan al médico frecuentemente. Aunque obtengan resultados normales en todos los tests y pruebas médicas, eso solo les aliviará durante un breve periodo de tiempo. Y es que no pueden evitar volver a la carga con sus sospechas.
  • Es importante entender que estos individuos no sufren delirios ni alucinaciones. Simplemente desarrollan un comportamiento patológico en torno a los síntomas físicos que experimentan.
  • Se sugestionan fácilmente al escuchar a personas enfermas. De modo que es posible que relacionen sus vagas sensaciones corporales con dolencias serias sin existir pruebas sólidas que lo confirmen.
  • Su angustia vital es muy grande, ya que ocurre como resultado de su patrón nocivo de pensamientos y acciones recurrentes. 
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Causas

Existen múltiples razones que podrían explicar este comportamiento patológico. Entre ellos, se encuentran los siguientes:

  • Antecedentes familiares de hipocondría o de personas preocupadas por su estado de salud.
  • Algunos rasgos de personalidad. Las personas altamente sugestionables son más propensas a sufrirlo.
  • Los episodios de ansiedad o estrés prolongado propician su aparición.
  • Traumas sobre enfermedades o la muerte. Quienes han tenido experiencias desagradables en relación a esos temas de manera directa o indirecta, suelen tener una mayor tendencia a angustiarse con los problemas de salud.
  • Beneficio secundario. A nivel inconsciente, es posible desarrollar este trastorno para conseguir la atención o compasión de los otros y repetir así una dinámica que ya ha existido.

 

Consecuencias y tratamiento

Las personas afectadas padecen un deterioro de su estado de salud mental porque se encuentran siempre vigilantes y no logran darse un respiro de sus obsesiones. Consecuentemente, es muy frecuente sufrir ansiedad o síntomas depresivos.

Obviamente, todos los aspectos de su vida se resienten cuando el trastorno de hipocondría es severo. Y es que pierden mucho tiempo informándose de sus posibles dolencias o acudiendo a médicos especialistas. De esta manera, sus relaciones sociales, laborales y sentimentales podrían hallarse en riesgo de desaparecer.

El tratamiento de la hipocondría consiste en la combinación de diferentes técnicas psicológicas: de manejo de las emociones, de relajación, de distracción y cognitivas. Es vital revertir los síntomas para que el paciente consiga retomar el control de su vida.