Ya sabes que la ansiedad es una condición mental con unos signos específicos. Lo que seguramente desconoces es que puede manifestarse de formas extrañas cuando se padece en altos niveles.

Hoy queremos contarte otros síntomas de ansiedad que, a menudo, pasan desapercibidos pero que suelen mantenerse en el tiempo. Y es que la ausencia de ataques de ansiedad no implica que este problema no te acompañe de alguna manera.

Atrévete a descubrir si has tenido alguna de estas molestias por culpa de tus nervios incontrolados. ¡Vamos allá!

La ansiedad como estado permanente

Los síntomas de ansiedad, a veces, se hacen crónicos y se convierten en un Trastorno de Ansiedad Generalizada. Quienes lo padecen normalmente muestran inquietud o preocupación excesiva por las situaciones cotidianas. También podrían adoptar tendencias ansiosas como rapidez al hablar, dificultad para concentrarse, trastornos alimenticios o incompetencia para tomar decisiones.

Asimismo, es frecuente padecer problemas de circulación de la sangre. Lo cierto es que se suelen producir cambios en el flujo sanguíneo y en el pulso debido a la ralentización que provoca esta condición.

Por otra parte, las molestias digestivas generalmente realizan su aparición estelar. Y es que este estado continuado podría causar náuseas, digestiones muy pesadas e incluso diarrea o estreñimiento. Debes tener en mente que una alteración prolongada del sistema nervioso comporta esta clase de efectos colaterales.

Consecuencias

Debido a esta situación, el organismo sufre las secuelas y no lo hace precisamente en silencio. Es posible vislumbrar los resultados negativos de dicho trastorno a través del tiempo. Por ejemplo, aquellas personas que tienen ansiedad durante una larga etapa, con frecuencia, viven un proceso de envejecimiento prematuro.

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Y lo peor no es solamente que luzcan un aspecto menos jovial que otras personas de su misma edad, sino que sus signos de vejez se hacen más evidentes. Esto es así porque los síntomas de ansiedad crónicos pueden reducir la producción natural de colágeno y ácido hialurónico, los responsables de mantener una piel tersa y luminosa.

Por otra parte, el sistema inmunológico se debilita. Así, el cuerpo es más propenso a gripes o constipados- así como otras dolencias- por su bajo nivel de defensas.

Igualmente, el corazón se resiente ya que, según algunas investigaciones, aquellos con niveles altos de nerviosismo tienen mayores probabilidades de experimentar problemas cardíacos graves. De esta manera, los ataques de corazón, la insuficiencia cardíaca o los infartos cerebrales son más comunes en estos individuos.

Qué hacer para acabar con los síntomas de ansiedad

Eliminar los síntomas de ansiedad, sobre todo si es una condición duradera, no es nada fácil. No obstante, desechar algunas conductas dañinas como no gestionar los nervios o llevar una vida sedentaria pueden ayudarte a deshacerte de muchas complicaciones relacionadas.

Ciertamente una práctica deportiva sana te liberará del estrés y la angustia vital mejorando además tus niveles de concentración y tus problemas de sueño. En casos más extremos, la psicoterapia se transformará en tu bote salvavidas para que dejes de ahogarte en tus emociones negativas.

¡Y dile adiós a la ansiedad!