En ocasiones nos sucede que nos cuesta pensar con claridad o que nos quedamos sin saber qué decir. Es probable que nos sintamos así en situaciones de estrés, como un examen o una discusión. Pues bien, hemos de saber que esto es una especie de mecanismo de defensa de nuestro cuerpo para protegernos. Lo utilizamos para mantener a raya aquellos sentimientos o pensamientos que pueden desestabilizarnos y se llama bloqueo mental.

Causas del bloqueo mental

Los bloqueos mentales, en ocasiones, pueden acompañarse también de los emocionales, haciendo que nos sintamos mal. Además, podrían incluso impedirnos avanzar. Pero ¿cuáles son sus causas más habituales?

Situaciones de tensión: en las que nos sentimos desbordados y terminamos bloqueándonos.

Perfeccionismo: cuando pensamos que nuestras decisiones o acciones no están a la altura de lo que deberían.

Creencias y traumas: algunos mensajes negativos que recibimos de pequeños y se nos quedan grabados. También ciertas situaciones negativas que vivimos de adultos pueden ser las causantes.

Represión de las emociones: aunque las reprimamos, intentarán salir. Eso puede causarnos bloqueos en periodos de estrés.

Trastornos psicológicos como la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático o el de pánico.

Síntomas del bloqueo

Identificar un bloqueo mental no siempre es sencillo, pues los síntomas son muy diferentes dependiendo de la persona que lo padezca. Aun así, podemos diferenciar algunos signos que se repiten de manera habitual.

En el plano físico es habitual que encontremos trastornos gastrointestinales, náuseas, dolores de cabeza o problemas de piel. Incluso, en ocasiones, quien pasa por estas situaciones nos refiere problemas sexuales. En el plano psicológico, por su parte, encontraremos agotamiento y pérdida de energía. Esto nos llevará a tener más tensión interna, no poder llevar a cabo nuestros planes y cierto sufrimiento e insatisfacción.

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Habitualmente, estos bloqueos derivan también en fobias sociales y no podemos interactuar con otras personas o hablar en público.

Cómo superarlo

En primer lugar, necesitamos tener claro que los bloqueos mentales nos dan una señal de alerta. En ocasiones nos dicen que hay algo que no estamos manejando de la manera adecuada. Otras nos protegen de emociones que no podemos enfrentar sin más con los recursos de los que disponemos.

La forma de hacer frente a estos bloqueos es descubrir dónde se han originado y enfrentarnos a su carga emocional. Dependiendo de sus causas, escogeremos una forma de tratarlos u otra. La hipnosis se ha demostrado como un método útil para cambiar creencias. El mindfulness, por ejemplo, se utiliza para ordenar las ideas, y la técnica EMDR para procesar experiencias complicadas. Por otro lado, habrá que trabajar en una serie de herramientas para afrontar los que continúen surgiendo puntualmente.

Como podemos ver, el bloqueo mental siempre nos muestra algo y nos ayuda a crecer personalmente. Simplemente tenemos que saber cómo afrontarlo para dejarlo atrás y recoger el regalo que nos ofrece.