A día de hoy, son muchos los trastornos y alteraciones mentales que existen. Cada uno de ellos con sus propias características particulares que, a su vez, dependen en gran medida de la personalidad de cada individuo que las padece. Esto lleva a que, en muchas ocasiones, un solo tratamiento no sea suficientemente eficaz para lograr los resultados esperados y se opte por la conocida como psicoterapia integradora. Pero ¿qué es y qué ventajas ofrece este enfoque psicológico? Os lo contamos a continuación.
¿Qué es la psicoterapia integradora?
En la psicología actual existen múltiples teorías para abordar un mismo problema que, si bien son válidas por sí solas, resultan bastante limitadoras a la hora de hacer una intervención psicológica. Esto se debe principalmente a que todas y cada una de las terapias aportan una única perspectiva que es muy dispar del resto de metodologías y no todas tienen en cuenta factores tan imprescindibles como el carácter y la personalidad de cada individuo.
De ahí nace la necesidad de combinar los fundamentos más importantes de las diferentes terapias en lo que se conoce como terapia integradora. De esta forma y, teniendo en cuenta también los rasgos particulares de cada paciente, se trabaja con un conjunto de técnicas más variadas que posibilitan obtener una perspectiva mucho más amplia de cada problema a abordar.
Dicho de otra forma, este tipo de terapia se crea a partir de la dificultad de tratar los diferentes trastornos mentales desde un solo punto de vista, por lo que se recogen las mejores estrategias y técnicas de cada escuela psicológica. Esto se hace con la finalidad de maximizar las posibilidades de éxito de cada metodología al adaptar la terapia a las necesidades y circunstancias personales de cada paciente, en lugar de ser el propio paciente el que se adapta al tratamiento en cuestión.
¿Qué ventajas presenta la psicoterapia integradora?
Una de las principales ventajas de esta metodología, tal y como hemos visto en el punto anterior, es su flexibilidad e integración con cada paciente, lo que permite que la terapia se adapte a una amplia variedad de trastornos, alteraciones y desórdenes mentales. Desde problemas como la ansiedad, la depresión, el estrés o las fobias, hasta las dificultades de aprendizaje en niños, el autismo, las adicciones o la baja autoestima, entre muchos otros.
Otro aspecto beneficioso de este método es que se trabajan en profundidad todos los aspectos y áreas del funcionamiento humano, como son el cognitivo, el conductual, el fisiológico y el afectivo, y que habitualmente, sino todos la mayoría, se ven afectados por los problemas psicológicos más comunes. Por lo que se garantizan resultados más efectivos a largo plazo.
En conclusión, la psicoterapia integradora es una metodología que reúne las técnicas más eficaces de las diferentes teorías psicológicas para abordar diferentes problemas de la mente humana.