La vigorexia es un trastorno mental que afecta principalmente a hombres jóvenes y se caracteriza por unos síntomas muy concretos. Las personas que sufren vigorexia mantienen una preocupación patológica sobre su imagen que involucra una distorsión de la realidad. Es por eso por lo que se denomina alteración dismórfica corporal.

Dicha condición tiene unas serias implicaciones físicas y psicológicas para el afectado, por lo que es necesario seguir un tratamiento específico.

 

Factores de riesgo

  • Las personas que tienden a obsesionarse con su cuerpo tienen más posibilidades de padecer este problema emocional. 
  • Aquellas personas con patologías psicológicas previas son más propensas a desarrollar un mal de estas características.
  • Los individuos que han sido objeto de acoso escolar a causa de su aspecto también podrían ser víctimas de la vigorexia.

Sintomatología 

Presta atención a los síntomas psicológicos asociados a la vigorexia para conocer la complejidad de este trastorno.

  • Preocupación constante por la propia imagen corporal. Tanto es así que los afectados  comparan constantemente su cuerpo con el de otros. Además, suelen mirarse frecuentemente en el espejo aunque temen exponerse frente a los demás.
  • Obsesión por realizar un número determinado de comidas y de entrenamientos diarios. La imposibilidad de llevar estos rituales a cabo les genera nerviosismo y una tensión extrema.
  • Su vida gira en torno a la nutrición y el deporte, por lo que desatienden otros aspectos esenciales como las relaciones personales o el trabajo. Como resultado, el aislamiento emocional de los afectados es muy frecuente.
  • Consumo de esteroides anabólicos en exceso para alcanzar la figura deseada. Este hecho puede conllevar problemas de salud adicionales.
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 Causas

La mayor causa de la vigorexia está relacionada con la idealización de la imagen corporal. Algunos individuos no son capaces de tener una visión sana en relación a su cuerpo debido a un complejo de inferioridad.

Es decir, sienten que no cumplen los cánones de belleza necesarios para sentirse bien con ellos mismos. Por eso, buscan de forma azorada convertirse en “versiones perfectas” de sí mismos.

No obstante, al tratarse de una distorsión de la realidad, estas personas -al igual que quienes padecen trastornos alimentarios como anorexia o bulimia- nunca están satisfechas con los resultados de sus esfuerzos.

 

Tratamiento

Según la gravedad de los síntomas de la vigorexia, se recomienda un tipo de tratamiento específico.

En general para casos leves, la terapia conductual cognitiva ha demostrado ser la adecuada para manejar con éxito los síntomas de los pacientes. Indudablemente, los psicólogos son los profesionales de la salud mental mejor preparados para tratar la dismorfia muscular.

Por otro lado, cuando se trata de casos más severos, entonces la terapia de diálogo ha de ser combinada con el consumo de antidepresivos. El psiquiatra es quien determinará la gravedad de la sintomatología del afectado mediante un diagnóstico riguroso. A partir de ahí, prescribirá la medicación necesaria para la superación del trastorno.

Es importante identificar a tiempo los síntomas asociados para una correcta recuperación ya que condicionan la vida de los pacientes hasta límites insospechados. El sufrimiento emocional derivado es inmenso.