La ansiedad social es una situación más habitual de lo que podamos imaginar. En este artículo hablaremos de qué es, cuáles son sus síntomas y cómo podemos tratarla para intentar controlarla.
¿Qué es la ansiedad social?
Es un trastorno que se basa en un miedo irracional cuando estamos en un sitio en el que nos pueden juzgar. En este tipo de situaciones, quienes la sufren se comportan de un modo ansioso y tímido. No interaccionan con otras personas y eso puede interferir en su día a día.
Lo que caracteriza a una fobia social es:
– Temor a ser observados y a beber o comer en público.
– Preocupación por ser el centro de atención.
– Rehuir espacios cerrados donde haya otras personas.
– Temor a hablar con amigos o con el público en general.
– Dificultad para encarar ciertas situaciones laborales que impliquen realizar reclamaciones a otras personas.
– Pánico a sufrir situaciones que puedan resultar vergonzantes en público.
Principales síntomas
Las personas que la padecen son muy tímidas y presentan ansiedad ante situaciones sociales diarias. Sienten miedos crónicos y persistentes por hacer algo que pueda avergonzarles y dicha situación puede prolongarse durante días.
La ansiedad social puede limitarse a un momento concreto o extenderse a cualquier interacción con personas ajenas a la familia. Los síntomas principales son:
– Dificultad a la hora de hablar.
– Palpitaciones.
– Temblores.
– Rubor.
– Sequedad en la boca.
– Sudoración.
– Falta de concentración que hará olvidar aquello que se pretende expresar.
Hemos de remarcar que este trastorno es distinto de la timidez, ya que quienes la sufren pueden participar en distintas relaciones sociales. En cambio, quienes sufren fobias sociales no pueden y se aíslan de las personas que les rodean.
Es posible que, si tenemos un nivel de ansiedad muy elevado, lleguemos a sufrir un ataque de pánico durante unos minutos.
Cómo tratarla
El tratamiento adecuado está destinado a que los pacientes puedan retomar su vida social y pierdan el temor a ciertas situaciones. Para aliviar los síntomas, algunos especialistas recomiendan el uso de antidepresivos o ansiolíticos. Pero, sin duda, será necesario un tratamiento sobre su conducta.
– Con la terapia cognitiva conductista podemos comprender y cambiar los pensamientos que producen esta fobia. Además, será posible reemplazarlos por otros que no provoquen esta situación.
– Gracias a la terapia de exposición, los pacientes pueden relajarse y pensar en lo que les produce la ansiedad. Posteriormente, podemos trabajarla.
– La terapia en grupo es una aproximación controlada y gradual para comenzar el contacto social.
Otras recomendaciones son llevar a cabo cambios en el estilo de vida, realizar ejercicio regularmente y descansar apropiadamente. Además, hay que evitar consumir cafeína o estimulantes.
En resumen, gracias a los tratamientos mencionados podremos superar la ansiedad social. Cada persona tiene unas necesidades, pero lo más importante es lograr un primer compromiso para lograrlo.