La manipulación emocional es un fino arte que algunas personas parecen dominar casi a la perfección. Ya sea de manera consciente o inconsciente, existen ciertos individuos que conocen la forma de ejercer su autoridad o poder frente a los demás haciendo uso del chantaje.

Sin reparar en el daño que pueden causar en el otro, se trata de auténticos vampiros emocionales que se encuentran totalmente despojados de empatía y autocontrol.

¡Identifica esta estrategia abusiva!

 

El arma más potente de las personas tóxicas

El chantaje emocional es, indudablemente, un recurso que todos hemos utilizado en algún momento de nuestras vidas para conseguir un favor ajeno.

No obstante, la manipulación emocional entendida como mecanismo recurrente para obtener lo que se desea es una estrategia principalmente usada por personas poco sanas a nivel psicológico. Las mismas hacen uso de esta técnica emocional de manera patológica cuando son incapaces de hacer frente a la frustración o al rechazo social.

Así, se convierten en tiranos que aprovechan cualquier debilidad en sus “víctimas” para satisfacer sus necesidades. Por esa razón, tratan de instalar la culpa o la vergüenza en el otro al hacerle creer que este es el único que comete errores. Básicamente, ellos nunca se responsabilizan de sus acciones para no tomar conciencia de sus nefastas decisiones. En su lugar, los demás son quienes lo hacen todo mal o están equivocados.

 

Señales de alarma adicionales

Para saber cuando te encuentras bajo el influjo de la manipulación emocional, es necesario que prestes atención a estos rasgos tan característicos:

  • Establecen vínculos de dependencia emocional. Ya que les resulta difícil lidiar con determinadas situaciones sin ayuda, necesitan el apoyo externo de forma obsesiva. Este hecho confirma sus inseguridades y sus carencias de amor propio. De esa forma, son insistentes hasta la extenuación a la hora de pedir favores.
  • No saben mantener relaciones de pareja o amistad. Sus interacciones sociales se basan en utilizar a los demás como recipientes donde desechar tanto su angustia como su bienestar. Sin embargo, no se preocupan nunca del estado emocional del otro pues lo único que verdaderamente les importa es sentirse bien. En general, ejercen el chantaje emocional muy frecuentemente para conseguir dicho objetivo.
  • Esconden sus verdaderas intenciones bajo una dulzura impostada. La fábula del lobo con piel de cordero es un claro ejemplo de su personalidad perversa. En un primer momento aparecen como seres amables y afectivos, pero la realidad dista mucho de esta versión. Pues se trata de verdaderas bestias con un gran hambre emocional que siempre se encuentran al acecho.
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Si observas este tipo de actitudes en alguien y te sientes mal en compañía de esa persona, es posible que estés siendo preso de la manipulación emocional. En ese caso, conviene tomar distancia de aquel que está coartando tu libertad para volver a recuperar tu esencia.

Recuerda que nadie puede doblegar tu voluntad o hacerte responsable de su dolor cuando empiezas a saber quién eres y lo que necesitas en tu vida. Una autoestima reforzada es la mejor medicina para hacer frente a los inadecuados comportamientos ajenos.