Llamamos autoestima a la opinión que tenemos acerca de nosotros mismos. Es, por tanto, una apreciación subjetiva de nuestro valor basada en las sensaciones, pensamientos y experiencias que hemos cosechado durante nuestra vida. Las constantes evaluaciones a las que nos exponemos conforman un sentimiento propio que puede llegar a ser tanto positivo como negativo. En este último caso, existen estrategias para mejorar la autoestima, algunas de las cuales comentaremos a continuación.
Importancia de la autoestima en la conducta
La autoestima nos motiva a conseguir nuestros objetivos y nos impulsa a actuar. Sin embargo, cuando es baja, provoca una percepción negativa de nosotros, que está detrás de múltiples problemas psicológicos y emocionales como depresión, ansiedad, adicciones, etc.
Algunas estrategias para mejorar la autoestima
Mejorar la autoestima es posible si se siguen determinadas pautas y claves. El primer paso radica en la identificación de la baja autoestima, que en muchas ocasiones supone el verdadero problema. Si somos capaces de reconocerla podemos evitar males mayores siguiendo estas estrategias:
Identificar el origen de la baja autoestima
Como es evidente, antes de intentar mejorar la autoestima es necesario localizar la causa del problema para poder actuar sobre él.
Para ello, debemos preguntarnos el por qué de nuestros miedos, hasta encontrar el origen que los provoca.
Valorar nuestras fortalezas
Todos nacemos con cualidades específicas que nos definen, algunas son puntos débiles y otras fortalezas. Son estas últimas las que más cuesta identificar en casos de baja autoestima.
Para localizarlas, escribiremos los logros que hemos alcanzado y posteriormente las cualidades que necesitamos para conseguirlos. Este ejercicio nos mostrará nuestras habilidades y puntos fuertes. También podemos pedir a una persona de confianza que nos ayude con la tarea.
Empezar a pensar positivamente
Para construir una autoestima sana, el diálogo interno es esencial. Con una autoestima baja escucharemos una voz interna que nos criticará de manera irracional constantemente. El objetivo es detectar esos pensamientos negativos y cambiarlos por otros reales y objetivos.
Tenemos que comprender las emociones que nos causan y en qué contextos aparecen. Cuanto más aprendamos sobre ellos, más fácil será reemplazarlos.
Alejarse de los miedos
No debemos intentar ignorar o bloquear el miedo comportándonos como si no existiera. Debemos entender que todo lo que pensemos no tiene que ocurrir necesariamente.
Dejar de ligarnos a esos miedos puede llegar a ser complicado, pero con paciencia y ayuda de técnicas como el mindfulness podemos conseguirlo.
Hacer ejercicio
Según estudios recientes, el deporte de intensidad media incrementa la autoestima a corto plazo. Practicar treinta minutos de ejercicio al día ayuda a reducir los niveles de cortisol y libera endorfinas.
En definitiva, seguir estas estrategias para mejorar la autoestima puede ser de gran ayuda para mejorar el estado de ánimo y recuperar la confianza en uno mismo.