El deporte de equipo es fundamental en el proceso de desarrollo de los niños. No solo es bueno para su salud, sino que además resulta imprescindible para su progreso emocional y psicológico. Por eso vamos a explorar algunas de las ventajas más destacadas del ejercicio en grupo, centrándonos en sus beneficios para el desarrollo de los menores.
Tipos de deporte de equipo recomendados para niños
En 1995, Daniel Goleman publicó su obra Inteligencia emocional. En ella definió el conjunto de habilidades que nos permiten desarrollar unas relaciones saludables y entender y gestionar nuestros impulsos y emociones. Entre estas habilidades se incluyen:
– Autoconocimiento.
– Autorregulación.
– Empatía.
– Motivación.
– Habilidades sociales o interpersonales.
Si lo pensamos detenidamente, comprobaremos que cada una de estas aptitudes es clave a la hora de desarrollar un deporte en equipo. De modo que cuando apuntamos a los niños a una actividad extraescolar deportiva no solo estamos beneficiando su desarrollo físico. También les entregamos herramientas que mejorarán su autoestima, sus relaciones sociales y, en definitiva, su desarrollo emocional.
En este sentido, los deportes en equipo más recomendables para niños son:
– Fútbol. Se trata de uno de los deportes más populares, por lo que los niños lo adoran. Aprenderán a coordinarse con sus compañeros, a trabajar en equipo y a gestionar sus emociones.
– Baloncesto. Es la alternativa más común al fútbol. Refuerza los valores de camaradería mientras motiva a los pequeños a hacer ejercicio.
– Balonmano. Es otro de los deportes de equipo destacados. El problema es que puede resultar más complicado encontrar un equipo si no se reside en una gran urbe.
– Otros ejercicios grupales. Entre las actividades anteriores podemos añadir el voleibol, el voley playa y el waterpolo.
– Actividades en común. También existen otros deportes que, sin requerir una cooperación necesaria, ayudan a nuestros pequeños a relacionarse y colaborar con los demás. Por ejemplo la natación, el ciclismo, el atletismo o las artes marciales.
Conclusión
En definitiva, hay un gran número de actividades que pueden ayudar a los pequeños de la casa a desarrollarse tanto física como emocionalmente. No solo se trata de explotar los beneficios que el ejercicio físico tiene para nuestro bienestar (que son muchos).
La clave al incentivar a los niños a realizar actividades en grupo es ayudarles a desarrollar aptitudes fundamentales para su crecimiento personal. De ahí que el deporte sea una herramienta clave en la psicología infantil. Practicándolo, los pequeños aprenden a gestionar el estrés y la frustración, establecen lazos sociales saludables y mejoran su autoestima y empatía.
Por eso es importante que a la hora de educar a nuestros hijos seamos conscientes de todas las ventajas que tiene el deporte de equipo en este proceso de crecimiento. La actividad que desarrollen dependerá de sus gustos y la disponibilidad de nuestra residencia. Pero, en todo caso, deberíamos motivarlos para que participen en actividades colectivas.