La concentración en el deporte y la introspección son dos factores que están muy unidos. Nos gustaría recordar que en la práctica de un deporte no solo es importante el entrenamiento físico y el bienestar corporal, sino también el cuidado de la concentración.
Los resultados que el deportista obtiene en un partido, por ejemplo, pueden estar condicionados por las distracciones y la falta de conexión con el presente. Debemos cuidar la concentración y potenciarla.
La concentración en el deporte
Cuando incrementamos la reflexión en la práctica deportiva, disfrutamos más de aquello que estamos haciendo en ese momento. No experimentamos la contradicción que llegamos a vivir cuando estamos inmersos en una actividad, pero sentimos que nuestra atención no está puesta en el objetivo inmediato de ese momento.
A través de la concentración, un deportista aumenta su rendimiento, está atento a su finalidad prioritaria y gestiona mejor su energía. No todos los días son idénticos en la vida de un deportista, pero cuando la falta de concentración es constante, conviene reflexionar al respecto.
Estrategias para trabajar la concentración
Hemos llegado a la conclusión, por tanto, de que la concentración es una cuestión principal en la práctica deportiva. A continuación, describimos algunas estrategias frecuentes para desarrollarla.
En primer lugar, conviene preparar el escenario de un nuevo entrenamiento poniendo atención al tiempo previo. Es decir, un deportista puede desarrollar su concentración en el deporte a través del mantenimiento de una rutina.
Para incrementar el nivel de atención, también es recomendable que el protagonista tenga presente cuál es su meta. Para ello, debe concretar de forma realista su finalidad. La visualización de ese posible objetivo es un medio para reforzar la concentración.
Por último, en relación con el cuidado del bienestar, el descanso es muy importante para el deportista.
Coaching deportivo para mejorar el rendimiento
El deportista también puede fortalecer e impulsar su rendimiento a través de un proceso de coaching deportivo. Mediante esta experiencia, disponemos de la oportunidad de diseñar un plan para mejorar nuestro nivel de concentración.
A través de este procedimiento, el deportista se conoce más profundamente, escucha su diálogo interior, identifica aquellas creencias que pueden ayudarle, potencia el mantenimiento de hábitos positivos y toma decisiones desde el marco de su situación presente.
Si un deportista quiere mejorar no solo sus resultados, sino también su motivación, es importante que reflexione sobre esta cuestión.
En conclusión, la concentración en el deporte y la superación personal son dos ingredientes que debemos tener siempre presentes. Nos gustaría recordar que la concentración puede entrenarse, lo que produce resultados muy positivos en el ámbito deportivo. Por otra parte, es fundamental que identifiquemos cuál es la posible causa de nuestra falta de concentración para encontrar la solución más adecuada.