¿Qué es la alimentación emocional y qué efectos produce? Mantener una alimentación saludable es muy importante para potenciar nuestro bienestar. Sin embargo, no siempre comemos porque tenemos hambre. A veces, comemos un dulce cuando tenemos el estado de ánimo bajo por un hecho concreto.
Comer para llenar vacíos emocionales
Existen distintos ejemplos que pueden ayudarnos a observar la relación entre las emociones y la comida. En un momento de desamor, por ejemplo, una persona puede llegar a comer más chocolate u otros dulces para intentar aliviar esa sensación de vacío. A través de la inmediatez que ofrece la comida, la persona desvía su atención de aquella emoción o de aquella preocupación que le afecta.
Existen otros momentos en los que esta circunstancia también puede producirse. Por ejemplo, en un periodo en el que sentimos más estrés. La relación entre emociones y alimentación es habitual, también, cuando algo que nos preocupa afecta a nuestro apetito. Y, sin embargo, esta forma de comer incrementa la sensación de malestar cuando la persona se arrepiente de ello.
Síntomas de la alimentación emocional
¿Cómo identificar el hambre emocional? Por ejemplo, podemos recordar distintos momentos que a pesar de producirse en un contexto temporal diferente, tienen un esquema similar.
Son momentos en los que existe una asociación entre aquello que ocurrió, la emoción que sentimos y la reacción inmediata de comer algo. Por ejemplo, tal vez podamos identificar este tipo de experiencia en una situación en la que hemos sentido tristeza o frustración.
En ese caso, la persona come más de lo habitual y, además, lo hace con impaciencia. Es decir, no disfruta realmente de aquello que está tomando. En este tipo de situación, no disfrutamos de verdad aquello que estamos tomando. Y no degustamos el sabor de ese alimento.
En la mayoría de las ocasiones, la persona tampoco se ha tomado su tiempo para preparar una receta saludable en la cocina sino que pica algo que encuentra en la nevera o en la despensa. Es decir, este tipo de hambre produce una sensación de prisa.
Cómo afrontarla
Este tipo de alimentación puede producir diferentes efectos. Uno de ellos, el sobrepeso. Además, también se produce una dependencia. En una situación de este tipo es importante pedir ayuda psicológica.
Esta ayuda profesional nos ayudará a comprender mejor aquello que nos ocurre. En este lugar encontramos un espacio para identificar los síntomas de esta forma de alimentación. Y, también, para identificar sus efectos.
En conclusión, la alimentación emocional produce efectos negativos en nuestra vida. Existe una relación entre alimentación y emociones como hemos visto en este artículo. Por ello, ante este tipo de alimentación, podemos hacernos la pregunta de qué vacío queremos llenar cuando comemos con hambre emocional.