Descansar, sentirse relajado, gozar de un mejor estado de ánimo o padecer menos dolores de cabeza son algunos de los beneficios que nos reporta el triptófano. En este artículo ahondamos en sus características, en qué alimentos está presente y en cuáles son sus funciones.

¿Qué es el triptófano?

Es un aminoácido esencial, es decir, que nuestro cuerpo no lo sintetiza y que, por tanto, necesitamos obtenerlo mediante la alimentación. Este aminoácido es un precursor de la serotonina, de la melatonina y de la niacina.

Cómo tomarlo

Se encuentra en algunas frutas como el plátano, el aguacate o la piña, también en alimentos vegetales como las legumbres, los frutos secos y los dátiles. Entre los alimentos de origen animal lo hallamos en pescado azul como el salmón, en la carne de ave, en el huevo, en la leche o en los productos lácteos.

Aún así, para poder absorberlo de forma correcta, debemos aportar vitamina B6, vitamina C y magnesio a nuestro cuerpo. Igualmente, para sintetizarla precisamos ácidos grasos omega 3 y zinc. Vemos, por tanto, la importancia de mantener una alimentación equilibrada que aporte a nuestro cuerpo las vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales para un correcto funcionamiento, así como para sintetizar las diferentes hormonas necesarias para nuestro desarrollo y bienestar.

También existen en el mercado suplementos, que aunque no está demostrado que puedan ayudar a elevar el nivel de este aminoácido en sangre, hay estudios que afirman que colaboran en la mejora del estado de ánimo y del descanso.

Bienestar, uno de los efectos del triptófano

Este aminoácido es un precursor tanto de la serotonina, conocida popularmente como hormona de la felicidad, como de la melatonina, una hormona que segrega la glándula pineal.

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La serotonina tiene efectos antidepresivos y ansiolíticos en nuestro cuerpo y la melatonina nos ayuda a regular el ciclo sueño-vigilia pasando este a tener mejor calidad de sueño y, en consecuencia, a descansar mejor, evitando el insomnio. Es común también que favorezca la pérdida de peso, ya que incide en el control de la ansiedad por comer.

Al igual que otros aminoácidos, permite que nuestros tejidos musculares crezcan y sean reparados cuando sea necesario y mejora nuestras defensas, dado que fortalece el sistema inmunológico. Además, es el encargado de mantener el equilibrio necesario entre nuestras hormonas (serotonina-melatonina).

A nivel cerebral, contribuye al buen funcionamiento de los neurotransmisores en general, de manera que los dolores de cabeza o las migrañas se ven aminorados.

Dado que el triptófano no lo podemos sintetizar en nuestro cuerpo y que requerimos ingerirlo, resulta indispensable seguir una alimentación adecuada, variada y que nos aporte todos estos nutrientes. De este modo, coadyuvaremos al organismo a un correcto funcionamiento y mantendremos alejadas la ansiedad o la depresión.