La psilocibina es una sustancia alucinógena que se encuentra naturalmente en el interior de algunas especies de hongos y setas que crecen en lugares tropicales. El consumo de este compuesto psicoactivo puede crear adicción, aunque se trata de un enganche muy distinto al que puede existir en relación al alcohol o a la cocaína. Es decir, el potencial adictivo de la psilocibina es mucho menor.

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Funcionamiento de este compuesto psicoactivo en el cerebro

El consumo de psilocibina es común entre quienes tienen el deseo de experimentar nuevas realidades ya que su síntoma inmediato es la alucinación. No obstante, antes de hablar sobre sus efectos, sería interesante analizar la manera en que afecta al cerebro.

Para empezar, debes saber que el cerebro funciona gracias a diferentes conexiones neuronales, o sea debido a la comunicación entre diferentes neuronas. Pues bien, las mismas ejercen esta función mediante el intercambio de neurotransmisores, unas sustancias químicas creadas por el propio organismo.

Lo cierto es que la psilocibina provoca que uno de estos neurotransmisores denominado serotonina tenga una mayor intensidad sobre algunas neuronas. En otras palabras, dicho compuesto posee un efecto contrario a aquel de la serotonina.

Esto significa que ciertas neuronas reciben información en forma de señales químicas a destiempo – debido a la intervención de la psilocibina – que rompen con el normal equilibrio de la comunicación neuronal. Por esa razón, aparecen las alucinaciones visuales, auditivas o táctiles derivadas.

 

Principales efectos

Los efectos de la psilocibina en el cerebro son muy parecidos al de otras drogas alucinógenas, como el LSD y la Mescalina. A nivel físico, es frecuente experimentar un aumento o disminución del ritmo cardíaco, mareos, náuseas e incluso ataques de pánico.

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Por otro lado, a nivel cognitivo, se produce una sensación de relajación acompañada de alucinaciones visuales que pueden percibirse como experiencias místicas o espirituales. En este sentido, se trata de un episodio cargado de una fuerte emocionalidad.
Esto es así ya que la persona que consume esta sustancia se convierte en el protagonista de una realidad en la que es capaz de percibir imágenes, olores o sabores. Las mismas podrían interpretarse como vivencias divinas con un sentido más allá.

Además, se producen cambios en la manera de percibir el tiempo. De hecho, varios estudios señalan que algunos individuos experimentan el paso del tiempo de forma más rápida o lenta de lo normal. Se pueden dar incluso momentos de confusión en los que el propio sujeto cree estar envuelto en un bucle temporal.

 

¿Sabías qué …?

  • En la actualidad se están realizando investigaciones sobre el posible uso terapéutico de la psilocibina. Puede que en el futuro esta sustancia sea utilizada para la creación de fármacos en el tratamiento de enfermedades mentales.
  • Los efectos a largo plazo de dicho compuesto psicoactivo implican cambios en la personalidad de sus consumidores.
  • La psilocibina podría ser altamente tóxica si se consume en grandes cantidades. De cualquier forma, la hospitalización de una persona por su consumo suele ocurrir cuando se experimenta un ataque de pánico severo. Esto se halla relacionado con autolesiones e incluso el suicidio.