La diferencia entre eficacia y eficiencia es bastante difusa. Al tratarse de términos con un significado relacionado, es común realizar un uso erróneo de los mismos. Por ese motivo, es interesante echar un vistazo a las acepciones principales de estos conceptos.

Si quieres usar dichos vocablos con propiedad, ¡no te despistes!

 

Principal distinción

Es común no saber distinguir la diferencia entre eficacia y eficiencia. En efecto, la mayoría de los hablantes nativos de la lengua castellana tienden a confundirlos. Por lo tanto, no es extraño que resulte un poco complicado aclarar esta distinción.

Para ello, es necesario entender qué es ser eficaz y qué implica ser eficiente. De ese modo, no hablaremos de estos conceptos indistintamente.
Pues bien, ser eficaz implica ser capaz de emplear un mínimo número de recursos para alcanzar un fin determinado. Así, diremos que una persona es más eficaz que otra cuando necesita de menos medios para lograr exactamente el mismo objetivo.

Este término se halla muy vinculado con el mundo empresarial. Un ejemplo práctico podría ser que alguien necesita menos tiempo que otra persona para realizar con éxito una tarea laboral específica.

Por otro lado, ser eficiente tiene que ver con el hecho de conseguir las metas que nos proponemos. En ese sentido, no nos referimos a la cantidad de elementos utilizados para lograr un fin sino al fin en sí mismo. Así, podemos decir que una persona puede ser eficiente sin ser eficaz. Por ejemplo, alguien que se propone obtener un título universitario y lo consigue en un período de tiempo de 8 años.

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Diferencias adicionales

La diferencia entre eficiencia y eficacia no puede explicarse meramente a partir de una definición somera. Por eso, es conveniente revisar las formas en que ambos términos son distintos.

Así, la eficacia es un nombre que se utiliza para describir la capacidad para llevar a cabo un objetivo deseado. En ese sentido, la eficiencia es el sustantivo empleado para definir la calidad en la consecución de la meta propuesta.

De esa manera, la eficacia se centra en el proceso o capacidad para hacer algo, mientras que la eficiencia se focaliza en la manera de llevar a cabo dicho procedimiento.

En cuanto al ámbito laboral se refiere, un empleado eficaz es aquel que cumple con los objetivos de su puesto de trabajo. Por otra parte, un empleado eficiente es quien produce un trabajo con pocos recursos. Podríamos decir entonces que para las empresas, un trabajador eficiente es un perfil mucho más interesante que uno eficaz.

 

Conclusiones

Aclarar la diferencia entre eficiencia y eficacia resulta vital para poder hacer uso de ambos términos correctamente. Y es que la lengua española se diferencia de otras por la riqueza de su vocabulario, por lo que es nuestra misión saber cómo usar palabras tan comunes en el habla diaria.

Así que aunque se trate de palabras empleadas principalmente en un ámbito específico, ya ves que sus connotaciones no tienen realmente tantas similitudes. Si te resulta recordar sus diferencias, ¡siempre puedes recurrir a los ejemplos prácticos!