La anorgasmia es una de las disfunciones sexuales más comunes entre el género femenino. En este artículo repasamos qué es, cuáles son sus causas y cuáles sus posibles tratamientos.

¿Qué es la anorgasmia?

Se denomina así a la dificultad que existe para tener un orgasmo o una reducción de la intensidad de las sensaciones orgásmicas tras un proceso normal de excitación sexual.

En ciertos casos, la mujer puede alcanzar el orgasmo a través de la estimulación del clítoris, pero no consigue alcanzarlo con la penetración en el acto sexual. También existen otras situaciones en las que no se alcanza el orgasmo a pesar del tipo de estimulación.

Posibles causas

Cada caso y cada mujer es diferente, pero las causas más habituales que nos podemos encontrar son estas.

Causas orgánicas

– Medicamentos. Los medicamentos que se recetan contra la hipertensión y la depresión pueden provocar problemas en las relaciones sexuales. Pero también algunas drogas y el consumo de tabaco y alcohol.

– Físicas. Tras un traumatismo en la zona genital o un parto, algunas mujeres pueden experimentarla. Suele ser porque se han dañado los músculos vaginales o se han debilitado.

– Patológicas. Enfermedades de origen ginecológico, neurológico o endocrino pueden reducir la capacidad de las mujeres para tener un orgasmo. Algunas también tienen problemas para alcanzarlos al llegar a la menopausia.

Causas psicológicas y socioculturales

– Experiencias negativas como las producidas por un abuso sexual o por relaciones insatisfactorias al comienzo de la vida sexual.

– Educación represiva. Algunas mujeres han sido educadas con el convencimiento de que no deben disfrutar de su sexualidad plenamente. Sienten culpabilidad y vergüenza durante el coito e inhiben el orgasmo.

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– Problemas emocionales. La depresión, el estrés o la ansiedad son inhibidores del placer y el detonante de situaciones de anorgasmia secundaria. El temor al embarazo y otras preocupaciones afectan a la forma de disfrutar sexualmente.

– Estimulación inadecuada. Son pocas las mujeres que experimentan el orgasmo solo mediante la penetración vaginal. La mayoría necesitan la estimulación del clítoris. Tras presentarse esta disfunción puede haber una práctica insatisfactoria marcada por la falta de comunicación y las prisas.

– Por su propia personalidad. Perder el control durante el orgasmo puede suponer un problema en mujeres que son muy exigentes consigo mismas. Otras mujeres con una imagen corporal negativa y baja autoestima también pueden padecerla.

Tratamiento para superar la anorgasmia

Nuestra relación de pareja se puede ver afectada por esta situación, pero debemos saber que tiene solución. Algunas de las prácticas para tratarla son:

– Psicoterapia individual.

– Orientación sexual.

– Terapia de pareja.

– Hipnosis.

– Ejercicios de terapia sexual.

– Terapia EMDR.

En definitiva, la anorgasmia puede hacer que sintamos incompletas nuestras relaciones y casi siempre responde a un problema psicológico. Por ello, no debemos preocuparnos demasiado, ya que puede tratarse con efectividad.