Conocida como embolia o infarto cerebral, los síntomas del ictus pueden confundirse con los de una ansiedad intensa. Aunque probablemente hayas escuchado el término ictus repetidamente, es necesario que sepas qué implica padecer esta enfermedad cerebrovascular en realidad.

Por lo tanto, es muy importante conocer bien todos sus signos y acudir rápidamente al hospital si se experimentan para evitar una posible situación de peligro. Ya que todas las personas están a riesgo de padecerlo cualquiera que sea su edad, sexo o situación; ¡esta información te interesa!

Tipos de ictus

El ictus ocurre básicamente por un trastorno en la llegada de flujo sanguíneo al cerebro, y puede clasificarse en dos grupos.

El ictus hemorrágico es aquel que provoca un sangrado en el interior del cerebro, mientras que el ictus isquémico, originado por un coágulo que obstruye las arterias, obstaculiza el torrente sanguíneo. Ambos pueden ser leves o graves y sus secuelas dependerán, en gran medida, de ese factor.

8 Síntomas del ictus

Un infarto cerebral se manifiesta de distintas formas. Estas son las más corrientes:

Alteración visual repentina. Un efecto evidente de ictus es una visión borrosa. De modo que si manifiestas una incapacidad para ver tu alrededor nítidamente de manera súbita, podría ser motivo de preocupación.

Trastorno del resto de los sentidos. Si además de experimentar visión alterada, tienes problemas de olfato, gusto y oído es posible que un ictus sea el responsable de los síntomas.

Fallos de memoria y problemas del habla. Los signos más claros de esta patología son la dificultad para expresarse oralmente y la incapacidad para recordar acontecimientos, e incluso de reconocer caras de personas allegadas.

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Dolor de cabeza intenso. Una cefalea abrupta y poco usual podría alertar de la aparición de un accidente cerebrovascular.

Pobre coordinación de movimientos. La ausencia de equilibrio, los problemas para caminar correctamente y la pérdida de coordinación de los movimientos son otras de las características fácilmente identificables.

Debilidad muscular. Ya sea una sensación de entumecimiento u hormigueo en un brazo o una pierna, es frecuente experimentar un malestar de esa clase en un solo lado del cuerpo.

Pérdida momentánea de la conciencia. En casos graves, es posible que el paciente permanezca inconsciente durante algunos minutos. La pérdida de conciencia puede ser parcial o total y podría incluir la caída previa del afectado al suelo.

Desorientación. Es probable que el paciente no sea capaz de identificar su entorno y se encuentre totalmente desubicado al no saber dónde se encuentra o qué estaba haciendo exactamente.

Cómo actuar

Ante la firme sospecha de estar en presencia de los síntomas de ictus, es crucial trasladar al paciente a urgencias lo antes posible. En casos serios, este hecho puede realmente convertirse en una cuestión de vida o muerte. Y es que esta enfermedad es la primera causa de muerte en mujeres, y la segunda en hombres en todo el mundo.

Así, actuar con rapidez es fundamental para tratar un problema potencialmente mortal que podría dejar secuelas de por vida.